La Técnica del Recipiente Seguro

Aumentando tu efectividad con EFT, parte 9.

Cómo usar las Técnicas Gentiles de EFT para comenzar suavemente a bajarle la intensidad emocional a algo que de otro modo podría ser demasiado intenso. Hoy veremos “La Técnica del Cofre/Recipiente”.

¿Recuerdas la analogía de «Ricitos de Oro y los 3 osos» que usé en la tercera parte de esta serie de artículos? En resumidas cuentas, la sopa puede estar «demasiado caliente», «demasiado fría» o «a la temperatura justa». Lo mismo para aquello que enfocamos cuando hacemos tapping. «Demasiado caliente» es cuando la intensidad emocional es muy alta y abrumadora. Y «demasiado frío» es cuando no genera ninguna intensidad emocional porque no logra activar esas vías neuronales y energéticas conectadas al problema que queremos trabajar.

Entonces, ¿qué podemos hacer cuando queremos trabajar alguna cuestión «cuya temperatura es demasiado caliente»? Bueno, al igual que con un plato de sopa, hay maneras de tomarla sin quemarnos la lengua. Por ejemplo, soplando antes, o sirviéndonos con la cuchara del borde del plato, que es donde la sopa no suele estar tan caliente.

Esto es lo que las Técnicas Gentiles de EFT nos ayudan a hacer: nos permiten comenzar suavemente a bajarle la intensidad emocional a algo que sería demasiado intenso y abrumador si quisiéramos abordarlo directamente de frente, «alejándonos de la zona más caliente de la sopa». Por lo tanto, hoy hablaremos de una de estas Técnicas Gentiles, conocida como “la Técnica del Cofre o Recipiente».

Pero antes quiero hacer una aclaración importante: si bien voy a hablar sobre cómo usar estas Técnicas Gentiles por nuestra cuenta, si sospechas que estás lidiando con un recuerdo traumático (por ejemplo, en el cual tu integridad física estaba en riesgo), te sugiero fuertemente que lo trabajes con la ayuda de un practicante certificado de EFT. Sin embargo, si el recuerdo es intenso pero no necesariamente traumático, por ejemplo, una discusión con una amiga, entonces puedes pensar en probar algunas de estas Técnicas Gentiles.

Entonces, ¿en qué consiste la “Técnica del Cofre o Recipiente»? Básicamente es cuando el recuerdo o evento específico que quieres trabajar tiene una intensidad emocional tan elevada que lo que haces es imaginar que lo metes dentro de algún recipiente seguro que elijas, en alguna ubicación que te parezca segura, y haces ronda tras ronda de tapping enfocándote con el mayor detalle posible en la descripción de dicho recipiente.

Por lo cual, una posible frase para usar mientras haces tapping en el costado de la mano sería por ejemplo: «Aunque tengo esta caja fuerte metálica, con 3 cerraduras distintas, es color gris y es muy pesada, y se encuentra ubicada allá lejos en la luna, me acepto de todos modos». Luego de cada ronda, observas nuevamente el recipiente (no el recuerdo) para ver si hay algún cambio en alguna de sus cualidades o en su ubicación. En caso de que lo haya, modificas las frases según corresponda.

Para explicarlo mejor, voy a contrastarlo con la Receta Básica de EFT. Pero antes, quisiera clarificar algunas cuestiones respecto al nombre “Técnica del Cofre o Recipiente”. Originalmente se la conoce como «la Técnica del Cofre», pero un cofre es apenas uno de los muchos tipos de recipientes que podría elegir una persona al utilizar esta técnica, por lo cual «la Técnica del Recipiente Seguro» me parece un nombre más preciso. Más aún, para algunas personas un cofre no es un recipiente muy seguro. Es importante que sean ellas quienes elijan el tipo de recipiente y la ubicación que les permita sentirse a salvo.

También quiero aclarar que en este artículo estoy hablando de «la Técnica del Recipiente Seguro» cuando esta es usada para procesar o trabajar un evento o recuerdo específico. Lo cual es diferente de cuando la utilizas para «contener» algo que por ahora quieres dejar de lado (por ejemplo, al final de una sesión si notas que tu cliente todavía se siente alterado/a, o si te encuentras con un recuerdo traumático que prefieres no abordar en este momento). Cuando usamos esta técnica para contener o dejar a un lado alguna cuestión hasta la próxima vez que decidas abordarla, no hay problema en meter allí más de un recuerdo (podrías decir «coloco en este recipiente todo aquello con lo que me topé hoy, que no llegué a resolver por completo»).

Ahora sí, para una mejor comprensión, vamos a contrastar «la Técnica del Recipiente Seguro» (usada para trabajar un recuerdo específico) con La Receta Básica de EFT. Esta última tiene los siguientes ingredientes: un evento específico (del pasado, presente o futuro), una emoción (incluso si esa emoción es algo como «¡arggh!») y un lugar en el cuerpo (si es que lo hay) en el que dicha emoción se localiza.

Ahora bien, en la «Técnica del Recipiente Seguro» dejamos todo eso de lado y nos focalizamos únicamente en las características del recipiente que elegimos y en su ubicación en el espacio. O en caso de que estés trabajando con un cliente, el recipiente y la ubicación que él o ella haya elegido. Y hasta que no hayamos terminado de usar esta técnica no vamos a volver a nombrar el evento/recuerdo.

Entonces, ¿cuáles son los pasos para utilizarla? Supongamos que estás trabajando con un cliente. Primero, asegúrate de que aquello que vaya a colocar en el recipiente sea un único recuerdo o evento, en vez de todo un período temporal (como podría ser por ejemplo «mi divorcio», que probablemente implique varios recuerdos distintos dentro de un período temporal que tal vez duró meses o años). Luego le pides a tu cliente que, con los ojos cerrados (lo cual ayuda a que se mantenga conectado/a con el aquí y ahora, en vez de revivir el recuerdo), adivine cuál podría llegar a ser la intensidad emocional del recuerdo en una escala del 0 al 10 si fuera a pensar en él. A continuación le pides que imagine algún recipiente seguro (como por ejemplo, un cofre, una caja fuerte, un container, etcétera). Asegúrate que dicho recipiente sea relativamente neutral y no algo como un ataúd. Luego le pides que lo describa con el mayor detalle posible y le preguntas dónde le gustaría que se encuentre dicho recipiente para que le resulte una distancia prudente (por ejemplo, la luna, el fondo del mar, un castillo en Europa, el patio trasero de su casa, etcétera).

Por último le pides que imagine meter ahí el recuerdo, y van a comenzar a hacer tapping enfocándose únicamente en la descripción del recipiente y su ubicación en el espacio. Es casi como si quisieras que se olvide por un rato del recuerdo y sólo preste atención al recipiente, por lo cual mientras te encuentres utilizando esta técnica dejas de nombrar o preguntarle por el recuerdo. Una posible frase a utilizar en el costado de la mano sería por ejemplo: «Aunque hay un pequeño cofre de madera, color blanco y dorado, tiene un gran candado en el medio y una cinta, y se encuentra ubicado en el tercer piso de un castillo europeo, me acepto completamente». Y las frases recordatorias podrían ser:

Arriba de la cabeza: “Este pequeño cofre de madera”

Comienzo de la ceja: “Color blanco y dorado”

Costado del ojo: “Tiene un gran candado en el medio”

Bajo el ojo: “Tiene una cinta”

Bajo la nariz: “Se encuentra ubicado en el tercer piso de un castillo europeo”

Bajo el labio: “Este pequeño cofre de madera”

Clavícula/cerca del cuello: “Color blanco y dorado”

Bajo la axila: “Tiene un gran candado en el medio”

Al completar la ronda, le pides a tu cliente que vuelva a describir el recipiente y su ubicación, aclarándole que puede que haya algún cambio o tal vez no. En caso de haber algún cambio en alguna de las características del recipiente o en su ubicación, modificas las frases según corresponda. Observa que luego de cada ronda, no le pides que vuelva a adivinar la intensidad del recuerdo, simplemente le preguntas acerca del recipiente y su ubicación.

Al igual que con la técnica de «Perseguir el Dolor/Sensación», el modo en que funciona esta técnica es que al hacer tapping enfocándonos en los distintos aspectos/cualidades que describen cómo es el recipiente, es como si estuviéramos trabajando «detrás de escena» los distintos aspectos emocionales del recuerdo/evento. Por lo cual, con cada ronda estamos procesando y haciendo tapping en los diferentes aspectos cambiantes del recuerdo sin saber conscientemente cuáles son, ya que únicamente nos estamos enfocando con nuestra consciencia en los cambios que va habiendo en las características del recipiente y su ubicación, lo cual hace que el proceso sea más gentil y seguro.

Lo más probable que suceda es que luego de cada ronda de tapping el recipiente se vaya acercando y volviendo más pequeño, en la medida en que el sistema nervioso y la mente inconsciente ya no percibe que haga falta mantenerlo a tanta distancia para sentirse a salvo.

¿Cómo sabemos cuándo ya es momento de dejar de utilizar esta técnica? En cualquiera de estos dos casos: o bien el recipiente se ha hecho tan pequeño que se ha desvanecido, o bien cuando notas que tras dos o tres rondas de usar las mismas frases no hay ningún cambio en ninguna de sus cualidades o en su ubicación. Eso significa que has llegado lo más lejos que se podía con esta técnica.

Es ahora sí cuando le pides a tu cliente que vuelva a adivinar, con los ojos abiertos, cuán alta podría llegar a ser la intensidad emocional del recuerdo, en una escala del 0 al 10, si fuera a pensar en él ahora. Si el número es mayor a 2, tal vez sea conveniente utilizar alguna otra de las Técnicas Gentiles, tales como la técnica de «Trauma sin Lágrimas», «Perseguir al Dolor/Sensación» o «Acercándonos Sigilosamente al Problema». Si es menor a 2, tal vez es momento de pasar a utilizar alguna técnica que permita un procesamiento o resolución más profunda, como por ejemplo la Receta Básica de EFT, o la técnica de «Cuenta la Historia» (si se trata de un recuerdo traumático con mayúscula).

Eso se debe a que probablemente no puedas procesar o trabajar completamente un evento/recuerdo utilizando únicamente “la Técnica del Recipiente Seguro». En determinado momento tal vez debas comenzar a enfocarlo de un modo más directo con la Receta Básica de EFT o con «Cuenta la Historia». Pero con la técnica del «Recipiente Seguro» vas a poder disminuir la intensidad lo suficiente como para luego aplicar esas otras técnicas más profundas, de un modo seguro y gentil, «sin quemarte la lengua» (o sin que tu cliente se queme la suya).

Cabe mencionar que esta técnica tiende a funcionar mejor en las personas «visuales». Es decir, aquellas personas a las que les gusta pensar utilizando metáforas o imágenes.

Al utilizar el tapping de esta forma, haces que el proceso de EFT pueda ser lo más gentil y seguro posible, en vez de tener que «apretar los dientes» y experimentar una gran incomodidad. Y además, también estás trabajando el recuerdo en cuestión, pero de un modo más metafórico, como si estuviera detrás de una cortina. De forma tal que cuando finalmente comienzas a enfocar el recuerdo con la Receta Básica de EFT, notarás que su intensidad emocional es mucho menor de la que hubiera sido originalmente si no hubieras hecho todas esas rondas de tapping previas de “la Técnica del Recipiente Seguro”.

Cabe aclarar que si luego de varias rondas del «Recipiente Seguro», aún no te sientes a salvo a la hora de pensar en trabajar ese recuerdo, esto puede ser un indicio de que sería conveniente conseguir la ayuda de un practicante certificado de EFT para poder trabajar dicho recuerdo con él.

Eso es todo por hoy. Espero que este artículo te haya sido de ayuda. Me llamo Bruno Sade y soy practicante certificado de EFT, así como también psicólogo matriculado en Argentina. Utilizo EFT como herramienta para ayudar a las personas (que hablan inglés o español) a cambiar sus reacciones emocionales y también a superar la procrastinación que se debe al miedo a ser juzgados/as o rechazados/as.

Y me encantaría que me digas, ¿alguna vez has utilizado alguna de las Técnicas Gentiles? ¿Qué opinas de la técnica del «Recipiente Seguro»?. Házmelo saber aquí abajo en los comentarios.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *